Es curioso, curiosìsimo, còmo todos los lìderes de la humanidad han querido reescribir la historia. De alguna forma o de otra todos los movimientos polìticos usan la historia para justificarse, para borrar la memoria de los ciudadanos o para cambiar la percepciòn del presente a través de la reinterpretaciòn de la historia.
Ya en el Quijote Cervantes se hacìa eco de una cosa similar, cuando los vecinos del "ingenioso hidalgo" se hacìan con los libros de su biblioteca y los quemaban en la plaza del pueblo, para que nadie màs pudiera volverse loco leyéndolos. Eso sì, antes de quemar cada ejemplar, discutìan entre ellos sobre si el volumen elegido merecìa ser pasto de las llamas o si podìa sobrevivir. Eso sì, unos cuantos no los quemaron, porque "éste es lo ha escrito el rey de Portugal" y "éste es el mejor libro del mundo", segùn el parecer del segnor cura. Es decir, se salvan los que "a mì" me gustan y los demàs merecen ser olvidados.
La alemania nazi también gustaba de quemar libros. Gracias a ella occidente conoce la esvàstica. Pero la esvàstica es en realidad un sìmbolo universal usado por todos los pueblos y civilizaciones de la tierra. La esvàstica, para nosotros, es un sìmbolo de muerte y guerra, un sìmbolo de odio y horror, de genocidio, de dictadura, de fanatismo. Sin embargo, los antropòlogos alemanes que se importaron la esvàstica a Alemania lo hicieron como un sìmbolo de su origen ario, y los arios fueron una civilizaciòn que floreciò entre Pakistan y la India. Y la esvàstica, en la India, es un sìmbolo de paz, de alegrìa, de amor, de "vida feliz". Y esto es en la India, que se podrìa hablar también de su significado en el mundo romano, en el cristiano, en Grecia y en Tùnez y en tantos y tantos lugares y momentos de la historia.
Todo esto viene a cuento porque la Espagna moderna gusta mucho de reescribir la historia. Justificaciòn de los nacionalismos separatistas, o del nacionalismo centralista, o de la segunda repùblica o de la guerra civil y posterior dictadura. Cada uno usa su memoria, distorsionada por las propias convinciones, por las posturas polìticas, por las ideas e ideales, pero también por los deseos propios, por la cultura mental, por la historia personal, por la influencia familiar, e incluso por el subconsciente, los deseos reprimidos, las angustias vividas, las ambiciones y miedos. Cada uno recuerda la historia de un modo distinto, y lo que es quizà màs fuerte, cada uno desea recordar la historia de una forma distinta. Y también, còmo no, està el paso del tiempo, que lo distorsiona todo.
Hablando de Espagna, la historia reescrita nos ha llevado hasta la nueva ley de la memoria. De la memoria històrica, por supuesto.
Miren, a mì lo de que quiten ciertos sìmbolos no me parece mal. Es fàcil entender que en Italia intenten borrar monumentos dedicados a Musolini, o que en Rusia destruyan ciertas cosas que recuerden a Stalin, o que en Espagna las avenidas del Generalìsimo pasen a llamarse "de la constituciòn". Pero una cosa es borrar ciertas, algunas, reminiscencias del pasado reciente por su conexiòn directa con el franquismo, y otra muy distinta borrar de golpe y porrazo la realidad de un pasado que fue asì. A mì que en Sevilla le quiten el nombre a la glorieta de los marineros voluntarios me parece una barbaridad. Llevo toda la vida conociendo ese lugar por ese nombre, y, sinceramente, no me parece que tenga una conexiòn directa con el negro franquismo. Simplemente recuerda un acontecimiento històrico, un momento del tiempo, como la calle del dos de mayo o la estatua a Simòn Bolìvar, y, sinceramente, creo que es bueno recordar que hubo una guerra, que combatieron voluntarios y que terminò como terminò. Y lo mismo podrìa decirse de la plaza de Alférez provisional, de los lugares sobre la divisiòn azul o de las calles a José Antonio (que, por cierto, el franquismo usò como base ideològica para luego quitàrselo de enmedio porque estorbaba). La guerra la hicieron dos bandos, y dos bandos mataron y humillaron y cometieron los crìmenes màs horrendos que puedan existir, que son los de matar y crear dolor por puro odio. Que uno matara màs que el otro està claro, si no la guerra no la habrìa ganado, y que su represiòn durara 40 agnos es una cosa que ya deberìamos haber superado. Pero el fanatismo de este gobierno roza lo demencial, y reescribiendo la historia lo ùnico que van a conseguir es una generaciòn de adolescentes incultos, desinformados y que, tarde o temprano -por la ley de la dialéctica de la que hablaba hace poco- se vuelva odio e incomprensiòn hacia los que los han engagnado. Vamos, que si intentas borrar el pasado, el pasado saldrà del armario, y cuando salga lo harà con una fuerza proporcional a la que has gastado en hacerlo desaparecer.
Me dejo ya de decir pamplinas. Termino recordando otro sìmbolo, que me trajeron ayer a la mente, por casualidad, mis padres: el yugo y las flechas. ?Qué significan, ahora, para nosotros, estos dos sìmbolos? Pues significan franquismo, odio, muerte, dictadura, destrucciòn. Pero, ?de dònde vienen, històricamente, el yugo y las flechas, tan usadas por Falange, por Franco y por la ultraderecha? Pues, simplemente, eran el sìmbolo de la uniòn, de Castilla y Aragòn: El Yugo (Ysabel) que, como a los bueyes, unìa y hace "tirar del carro" y las Flechas (como Fernando), que vuelan y van "directos" al objetivo. Nada màs. ?Por qué no nos cuentan las cosas como fueron, y no como queremos que hubiesen sido? Quizà porque en nuestro subconsciente pensamos que podemos cambiar el pasado. Pero el pasado, que ya ha pasado, es una cosa que no se puede cambiar. Para lo ùnico que sirve el pasado es para eso, para recordarlo, para conocerlo, para entenderlo, y recordando el pasado poder entender por qué el presente es como es y no es de otro modo, y para aprender de los errores de otros que, por suerte, son sòlo pasado.
venerdì 12 ottobre 2007
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2 commenti:
Muy acertado tu discurso. Una cosa es recordar, estudiar y así conocer el pasado intentado, por muy difícil que resulte, ser lo más imparcial posible a la hora de juzgarlo y otra, esconderlo para, en definitiva, intentar beneficiar una postura ideológica propia sobre las demás.
Es muy triste còmo se engagna a la gente... y peor aùn, còmo la gente se deja engagnar. !!Hace falta màs espìritu crìtico, espìritu de vivir distanciados de lo que nos cuentan!!
Everything you know is wrong, decìan U2 en sus conciertos...
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