El Paìs, ese panfleto anarco-marxista-troskista (estoy de broma, obviamente) nos sacude hoy con un artìculo muy bonito de Isabel Burdiel (catedrática de Historia Contemporánea en la Universidad de Valencia), sobre la relaciòn entre la mornarquìa y la iglesia:
http://www.elpais.com/articulo/opinion/obispos/rezan/Rey/elpporopi/20071031elpepiopi_10/Tes
en el que, entre otras cosas, se dice que "La consolidación de la democracia en España ha sido posible por la retirada del espacio activo de la política de dos instituciones, la Monarquía y el Ejército. Otra institución, la Iglesia católica, se resiste denodadamente a ello. Su negativa a considerar que la religiosidad, en sus diversas expresiones, debe ser un asunto estrictamente privado, sigue siendo militante".
Miren. Lo que yo digo es que se puede estar de acuerdo con la iglesia, o con las iglesias, o con este credo o con aquél, o con tala o cuala confesiòn. Se puede ser laico o religioso, ateo o sacerdote, musulmàn o cristiano, catòlico o protestante, o nada de ello o incluso todo a la vez. Se puede ser lo que se quiera, y a mì me parece muy bien. Pero que esta mujer diga que la religiosidad debe ser un asunto estrictamente privado, segnora, usted serà catedràtica, pero creo que no se ha enterado de lo que es la vida. La religiòn no es sòlo un aspecto personal, un asunto ìntimo, "estrictamente privado". La religiòn te cambia la vida: te da un sentido, unos valores, una forma de ver, y de pensar y de sentir. Te dice lo que puedes comer y lo que no, te dice cuàndo y còmo, te organiza la vida y el pensamiento. Te dice cuàndo hacer fiesta y cuàndo no, si puedes beber y en qué condiciones, si puedes o no ir al tajo, !Te dice incluso con quién te acuestes y con quién no te levantes!
Usted, segnora, y ustedes, queridìsimos lectores (e incluso yo mismo) podréis o podremos estar de acuerdo con la religiòn, o con las religiones, o con lo que queramos, o estar muy en contra y en desacuerdo. Pero la religiòn es parte de la vida integral* de la persona. Por eso, que se diga que la religiòn debe estar apartada de la vida diaria de la gente es, en mi opiniòn, una necedad. Un no-conocer lo que significa ser religioso. Un no saber lo que es creer en valores, porque todos tenemos valores, y dìgame usted si esta segnora renunciarà a sus valores cuando vaya a votar. Los valores influyen en todos los aspectos de la vida. Y la polìtica, por supuesto, también. La polìtica, por muy liberal que sea, por muy democràtica y muy laica que se quiera que sea (que a mì me parece muy bien) es una parte màs de la vida. Por esto es normal que los sacerdotes intenten influir en la polìtica, que los grupos religiosos intenten que se hagan polìticas que sigan lo que ellos creen. Yo puedo estar o no de acuerdo en esto, pero entiendo que es asì y que es normal, porque cada cual vive segùn sus creencias y asì debe actuar.
Otra cosa, y muy distinta, es que la curia intente con su influencia mantener privilegios y concesiones. Esto es otra cosa, mariposa, y muy distinta, que no tiene que ver con la religiòn y sì y mucho con los dineros y el vivir bien. Pero a ver si, de una vez, somos capaces de separar dos cosas: la religiòn, como creencia, como pràctica, como instituciòn que emite dogmas y da creencias, y la instituciòn, como privilegio, que es otra cosa distinta. ?O no es una religiòn, para mucha gente, el comunismo, o el independentismo, o el nacionalismo, o el fascismo? Pues anda que no hay gente que cree en estas cosas sin pensarlo un momento... ?no son éstas, en cierto modo, también religiones?
*palabra muy de moda en nuestros dìas
mercoledì 31 ottobre 2007
Iscriviti a:
Commenti sul post (Atom)
Nessun commento:
Posta un commento