venerdì 28 marzo 2008

La verdad... yo nunca estuve en Africa, aunque es uno de mis sueños. Quizà no deberìa hablar de ella, porque nunca estuve allì, pero quiero hacerlo. Perdonande si soy prepotente, sòlo Tomàs la vio con sus propios ojos... pero yo tengo una ventaja: he visto Africa con los ojos y las bocas de todos los que me la han contado, que fueron muchos. Gente de ISF, amigos de otras ONGs, importadores de comercio justo, vagamundos que encontré por la calle, y por supuesto, Elena, que se tirò 3 meses viviendo en el centro del Ghana. Al final, la conclusiòn de todo lo que no he visto, pero me han contado, es: son màs capitalistas, consumistas y occidentales que nosotros.

En Ghana se come. No tienen estos super-super mercados llenos de comida, pero la gente no suele pasar hambre. La vida no es fàcil, trabajan mucho y ganan poco (?acaso aquì no es igual?) y unos elegidos acceden al poder o se hacen ricos (?acaso aquì no es igual?). Comen arroz y pescado, kerké y noséquémàs. Todos tienen un mòvil. Todos quieren salir de allì.

Tienen la miel màs rica del mundo (esa sì que la he probado), tienen la fruta màs fresca de mundo (piñas, mangos, plàtanos, papayas), tienen un pescado frito y unas cosas raras que no sé qué son capaces de aguantar un viaje Accra-Frankfurt-Roma y seguir siendo igual de buenas (o casi), tienen cacao espectacular... y ellos no lo comen. Toman cacao nestlé, beben "zumos" marca fanta, la miel casi ni la conocen.

Tienen sol, agua y playas. Arboles y animales, pero prefieren el mòvil.

Tienen una cultura milenaria, que nosotros no la estudiemos no quiere decir que no exista. Fundaron imperios, crearon ciudades, hicieron monumentos. Que no sea grandiosa no quiere decir que no exista. Ellos prefieren la tele americana y el football europeo.

Muchas veces me arrepiento de haber intentado hacer cooperaciòn al "desarrollo". De tanto "enseñarles" còmo tienen que ser lo que al final han aprendido es que "los occidentales son mejores y nosotros tenemos que ser como ellos". A veces me siento como el marciano que llega en su platillo volante y come caca porque en vez del mono viene de la mosca. Y de tanto verlos comer caca al final nosotros terminamos comiendo caca, no porque nos guste ni porque sea buena sino porque ellos son màs listos que nosotros. Y nosotros queremos ser como ellos.

Dicen que el ser humano es una enfermedad. Nunca està contento con lo que tiene. A veces pienso que el sistema ideal es la dictadura de Butàn, donde por ley no se puede fumar, la televisiòn casi ni existe y el respeto al medio ambiente està garantizado por un desarrollo turìstico y tecnològico controlado por los lamas. Donde la educaciòn y la sanidad son gratuitas y universales. ?Para qué contaminar las mentes de la gente con ideas de riquezas occidentales cuando allì tienen todo lo que necesitan? Montañas, comida, cultura y bienestar. La dictadura trabaja no para que su gente sea màs rica, sino para que sean màs felices. El problema no es el sistema: el problema son nuestras mentes insaciables que siempre quieren lo que no tienen. Porque podrìamos vivir y ser felices con lo que ya tenemos.

Pero, ?còmo?

lunedì 17 marzo 2008

Una ùltima cosa

No tengo màs ganas de hablar de democracia, asì que sòlo voy a poner una referencia que me parece significativa. En su afàn por ampliar la participaciòn de los ciudadanos, en lo que es sin duda una maniobra fidelizadora de clientes, el diario "El Paìs", como todos, publica cada dìa encuestas en que pregunta a la gente su opiniòn sobre las cosas. Muy democàtico, todo. Hoy me he despertado con esta encuesta:
http://www.elpais.com/encuestas/encuesta.html?id=8602&k=Crees_produciendo_genocidio_cultural_Tibet

¿Crees que se está produciendo un genocidio cultural en Tíbet?

Hay dos posibles respuestas: "sì" y "no". "No sé", "ni idea", "nunca he estado allì", "no conozco la situaciòn tibetana" o "la verdad es que ni me importa" no son respuestas vàlidas.
Quisiera saber, del màs del 80% de las personas que han contestado "sì", cuàntas han estado en Tìbet, cuàntas conocen su historia reciente, cuàntas se han interesado por ella antes de ahora o cuàntas saben de verdad lo que està ocurriendo, ante el blackout informativo a que China somete la regiòn. Igualmente a los que han respondido que "no".

Desde luego, y a pesar de mi admiraciòn por el Dalai Lama y mi gusto por los mantras, las montañas, el extremo oriente y en particular por todo lo que huela a tibetano, yo no sabrìa que responder. Encuestas como éstas me recuerdan que la democracia, en exceso, es contraproducente para la humildad de las personas: haciéndonos creer que podemos saber de todo y opinar sobre todo.

venerdì 7 marzo 2008

Y, después de decir todo esto, ?qué hacemos?

Creo firmemente que la democracia es el mejor de los sistemas posibles porque garantiza que todas las personas puedan participar activamente en su propia vida, porque todos tienen derecho a hablar, a opinar y a decidir, y porque todos seràn igualmente tratados y respetados. Pero que una sociedad tenga por nombre "democracia" no quiere decir que asì lo sea en la pràctica. Y, sobre todo, no quiere decir que no pueda y deba SER SIEMPRE OBJETO DE CRITICA Y DE MEJORA. Ademàs, puede ocurrir que una sociedad no esté preparada para los deberes y responsabilidades que el ejercicio de la libertad polìtica, de palabra y de acciòn comporta, y esto me lleva a la mente el caso de la diputada feminista Victoria Kent, que, aùn siendo ella mujer, se opuso al sufragio femenino por considerar que las mujeres no estaban preparadas para ello.

Porque, no lo olvidemos, todo en la vida tiene dos caras: el DERECHO comporta el DEBER.

Somos las personas las que hacemos la democracia. Cualquier estructura que se use para organizar un conjunto de personas serà siempre, y por definiciòn, imperfecta, por la sencilla razòn de que las personas somos socialmente imperfectas, en el sentido que no somos hormiguitas que piensan en el bien comùn, sino que solemos poner nuestra comodidad antes que nuestra responsabilidad. No existe un sistema perfecto porque los seres humanos somos como somos. Por tanto, la ùnica soluciòn posible para mejorar el sistema que nos toca vivir es mejorar a las personas. Y esto, ?qué significa? Pues probablemente, que cada uno entienda que tiene una obligaciòn que cumplir.

Las grandes sociedades lo han sido por la fuerza de sus componentes, y los grandes imperios han caìdo, entre otras razones, por la debilidad de su gente. Una sociedad es como un animal: cuando cada célula està sana y fuerte, el cuerpo està joven y energético, pero si las células empiezan a envejecer el cuerpo se vuelve débil y termina sucumbiendo ante su propio peso. Algo asì es lo que creo que pasa con el moderno occidente: estamos demasiado pendientes de nosotros mismos; tenemos tantos, tantos derechos, que se nos olvidan las responsabilidades. Queremos trabajo pero no nos gusta levantarnos del sofà, queremos un gobierno mejor pero no ponemos de nuestra parte para conseguirlo; criticamos continuamente pero no buscamos soluciones. El hombre està ciego de su propia libertad: es tan libre que no quiere, o no se da cuenta, de cuànto puede hacer pos sì mismo y por los que le rodean.

Evidentemente, la mayor responsabilidad en todo esto la tienen los polìticos y los que los rodean, especialmente los medios de comunicaciòn. El bipartidismo imperante nos lleva a dejar de lado las ideas para concentrarnos en el marketing, ya que son muchas y muy distintas las personas a convencer y eso sòlo se puede hacer con imàgenes claras y atractivas. El consumismo lleva a los medios a concentrarse en las polémicas y los titulares y no en la profundidad y el rigor. Pero no olvidemos que quien vende lo hace porque hay muchos que compran: la laxitud y atolondramiento de los que consumimos nos lleva a enervarnos ante los titulares y las demagogias y a esperar que sean los demàs los que resuelvan nuestros problemas. Todo esto agravado por un sistema educativo que prima a quien hace el vago, al que hace trampas, al maleducado y al egoìsta, a una familia que lo consiente todo para que a sus hijos no les falte de nada y a unos polìticos que con tal de ser elegidos se venden al primero que les dé su voto.

Nos hace falta autocrìtica para reconocer nuestras carencias, humildad para poder equivocarnos y fuerza para ponernos las botas de la responsabilidad. Sin estas 3 cosas, la democracia seguirà siendo sòlo una ilusiòn en que abandonarnos: la democracia es el opio del pueblo, porque te adormenta plàcidamente y te aleja de tu auténtica naturaleza, que es la responsabilidad de tu propia vida y de la de los demàs.

Especialmente, hace falta ser democràtico no sòlo de palabra sino de corazòn: pensar que la polìtica es para el bien de todos y no para mì, para mi grupo o para mis ideas. Cuàntas veces oìmos y decimos "no estoy de acuerdo, pero te respeto", y cuàn superficial es este respeto. Respetar es respetar de corazòn, escuchar primero de hablar, entender para poder criticar, ponerse en el lugar del otro antes de pensar en nosotros mismos. Democracia es pensar en los demàs antes que en mì mismo. Vivimos en el revanchismo, en el egoìsmo y en la crispaciòn, y esto se debe al bajo corazòn democràtico que, en el fondo, tenemos todos y cada uno. La humildad es la ùnica forma de ser democràtico de verdad.

Por tanto, la soluciòn: Ser humildes, autocrìticos y DESPERTARNOS.

martedì 4 marzo 2008

La democracia (IV): Problemas incluso peores.

En el artìculo anterior describì algunos de los problemas que tiene la democracia actual. Pero la idea de democracia se enfrenta a otra serie de cuestioens de trascendencia màs grande que la pasajera del mundo en que vivimos. Estos son algunos de ellos:

Sé que es de perogrullo, pero que el pueblo elija su futuro no quiere decir que elija el mejor de los futuros. Quizà sea polìticamente incorrecto, pero "el pueblo" se equivoca muchas veces. Por incultura, por laxitud, por dejarse llevar ante carismàticos discursos o por cosas màs complejas o incluso màs simples. Platòn decìa que los filòsofos, aquellos que saben cosas, son los que tienen que gobernar porque son los que saben. Està claro que esto no siempre es asì porque todos somos humanos y hasta los màs sabios se dejan llevar por el interés, pero creo que, en algunas ocasiones, un gobierno férreo puede ser mejor que una mala democracia. ?Qué pasarìa en Cuba sin un gobierno que reparta lo poco que hay entre los que lo necesitan? ?Qué pasarìa en Africa, o en los Balcanes, si se dejaran a democràtico albedrìo tradicionales odios entre etnias y grupos? ?Quién discute hoy en dìa la valìa del Rey de España, a pesar de no ser reafirmado cada 4 o 5 años por "el pueblo"? ?No es esa también una especie de dictadura?

Claro que de perogrullo es también la domanda sucesiva: ?Cuàl es el mejor de los futuros? ?Puede "el pueblo", o sea, nosotros mismos, saber qué es lo que màs nos conviene, asì, a vote pronto? ?Qué valores habrìa que maximizar: felicidad, bienestar social, crecimiento econòmico, o personal, desarrollo sostenible, comodidad, edonismo, avance tecnològico, salud, amor o sexo? ?Sabemos, o podemos saber, lo que màs nos conviene?

Y ?qué decir de las minorìas? ?Por qué el 51% ha de imponer su parecer al otro 49%? ?Qué hacer en el Paìs Vasco, cuando unos piden una cosa y otros justo la contraria? ?Por qué debe el PSOE imponer su educaciòn laica, cuando una buena cantidad -quizà una mayorìa- quiere que sus hijos estudien religiòn? ?Por qué los catòlicos han de poner trabas a que los homosexuales hagan de su vida lo que màs les guste? ?Dònde està la libertad individual en la dictadura de la mayorìa? ?Qué hacer en esos paìses "inventados" en que han mezclado etnias, razas y religiones y donde los partidos no representan la izquierda o la derecha sino los intereses de esos grupos?

Por ùltimo, ?còmo hacer frente a la desmotivaciòn, al desinterés y a la baja calidad de la informaciòn, o al contrario, a la exaltaciòn, al exceso de conocimiento y, sobre todo, a la falta de humildad del que se cree que su cultura es mayor que la del vecino?



Pròximamente, soluciones.

La democracia (III): problemas de esta democracia en que vivimos

Para empezar terminando, voy a intentar explicar mi opiniòn de todo esto, buscando la mayor objetividad dentro de mi propia subjetividad. Es decir, diciendo lo que creo sin dejarme llevar por la exaltaciòn o la demagogia.

Creo que la democracia no es ni buena, ni mala, ni el mejor ni el peor ni el menos malo de los sistemas. La democracia no es màs que una de tantas cosas que existen. Y todas las cosas que existen se pueden asemejar a una piedra. Una piedra es una piedra, y a una piedra se le pueden dar mùltiples usos: se puede usar para generar fuego, se puede usar para hacer una casa, para aporrear una mina, para hacer una flecha con la que conseguir comida, para construir catedrales, para dibujar en la arena o para matar cruelmente personas. Lo bueno o malo de la piedra no està en la piedra en sì misma, sino en la mano que maneja la piedra.

Lo malo del ser humano es que se cree que siempre tiene razòn. Por eso los que vivimos en democracia nos pensamos que la democracia es lo mejor que existe, tanto que se ha convertido en un valor que defender, que exportar y que sacralizar. Pero la democracia, como todas las cosas, puede hacer agua si las personas que forman parte de esa democracia no la usan de la manera correcta.

Lo primero que quiero decir es que la democracia, como todas las cosas, se puede mejorar. Y quien no crea que todo se puede mejorar es mejor que se quede aquì y no siga leyendo.

Una democracia en que la gente se cree que sòlo por ser persona puede opinar de todo es una democracia inculta, porque no todos sabemos de todo. Por ejemplo, considero que la inmensa mayorìa de las personas no podemos opinar mucho de economìa, porque no entendemos casi nada de ella. Podemos decir "no puedo llegar a fin de mes" o "todo està muy caro", pero para decir si la polìtica econòmica del gobierno es la màs acertada habrìa que saber un poco màs de lo que sabemos. Nos falta humildad para conocer nuestras carencias. A veces es mejor escuchar que decir.

Una democracia en la que la informaciòn que tenemos de la polìtica es la que nos dan los medios de comunicaciòn, que no buscan informar sino vender, es una democracia que nace con ideas apestadas, porque los medios sòlo van allì donde hay titulares, y titulares quiere decir polémica, conflicto, tensiòn y emociòn. Ni que decir tiene que los polìticos aprovechan estos medios para venderse a sì mismos, con lo que, si no crean tensiòn, no crean emociòn en los votantes. Vivimos en el estrés de problemas creados, problemas que sòlo existen en pos de càlculos electorales y de marketing polìtico.

Una democracia en que la imagen del polìtico, en que el "quién ha estado mejor" en el debate es màs importante que las ideas del debate mismo es una democracia de marketing y no de contenido.

Una democracia en que cada vez el ciudadano està màs lejos del gobierno es una democracia pobre. Cuando se votò en España la constituciòn europea no ganò el sì, sino el "o no sé o no me importa". Deberìamos haber tenido muy en cuenta este punto, porque ciertas instituciones estàn tan alejadas del pueblo que se han convertido en una especie de dictadura encubierta.

Por ùltimo, una democracia que se limita a votar de vez en cuando, a pedir màs derechos y a sentarse esperando que los polìticos resuelvan nuestros problemas es una democracia decadente. Porque las grandes democracias las hace un pueblo activo, los grandes problemas los resuelve una sociedad que se mueve para resolverlos. Y porque los grandes imperios cayeron por diversas razones, pero una, quizà la màs influyente, fue la laxitud de sus ciudadanos, engordados de bienestar o dormidos por glorias pasadas que se creìan presentes.


Pero hay màs problemas, que veremos luego.

lunedì 3 marzo 2008

La democracia (II): Algunos ejemplos.

Voy a intentar exponer, con la mayor objetividad que pueda, algunos casos de paìses supuestamente democràticos.

Cuba: Si te das un paseo cibernético por www.rebelion.org, te daràs cuenta de que Cuba es uno de los paìses màs democràticos del planeta. No voy a entrar en detalles de su organizaciòn polìtica, pero se puede decir que los ciudadanos eligen a sus representantes de entre los candidatos del partido ùnico. Si te das un paseo por www.elmundo.es, www.elpais.es o www.abc.es,te hablaràn de presos polìticos, de oposiciòn sin voz ni voto y de falta de derechos humanos. En medio, Cuba es un paìs centralizado, donde educaciòn y sanidad son gratuitas, universales y estàn al nivel màs alto del globo, sin libertad econòmica, donde en la ley y en la pràctica todos los ciudadanos trabajan y tienen comida, donde la libertad de expresiòn està reducida a los que opinan como opina el partido y todos los medios de comunicaciòn son estatales, donde la seguridad es enorme, donde està prohibido por ley pero no tanto en la pràctica a los cubanos hablar con extranjeros, donde todos los niños, al menos en La Habana, tienen unos parques donde jugar que serìan la envidia de muchos paìses màs ricos, donde la libertad de movimientos està controlada y muy restringida. En suma, contradicciones del sistema socialista. Por cierto, en la pràctica, la democracia cubana ha elegido al hermano del lìder his

E.E.U.U: La gran democracia del mundo, ejemplo casi utòpico para miles de millones de personas. Un sistema bipartidista en que todos pueden votar. Todos los que puedan afiliarse a uno de los dos partidos, si no, no votas. Un sistema en que, por ley, se celebran primarias para elegir al candidato. Un sistema polìtico en que la ignorancia de sus votantes se suple con el marketing televisivo. Un lugar en que viven los màs ricos del globo, y también los màs pobres, donde la sanidad universal no existe, donde las encuestas de opiniòn cambian como el tiempo en febrero, donde el valor es poseer cosas, las armas y el doping son casi obligatorios y el sobrepeso es casi un modo de vida, donde la ciencia y la técnica estàn a la cabeza del mundo, donde crean guerras para exportar paz y democracia y crean càrceles ilegales en pos de la libertad. Creo que de sobra conocemos las contradicciones norteamericanas.

Butàn: Un pequeñìsimo paìs entre las montañas de 8.000 metros del Tìbet (hoy regiòn de China), Nepal e India. Un paìs en que el estado se deja aconsejar de monjes tibetanos y astròlogos budistas, donde por ley la cultura tradicional es obligatoria (las casas han de seguir un esquema tradicional; los niños tienen que vestir el uniforme clàsico butanés), donde los turistas no pueden superar los 7.000 al año y tienen que gastar al menos 200$ diarios con que se paga sanidad y educaciòn gratuitas a toda la poblaciòn (incluidos emigrantes), donde el desarrollo "a lo occidental" està supeditado al escrupuloso respeto del medio ambiente y de las tradiciones culturales. Un paìs que hasta 2000 no tenìa televisiòn, que hasta el 2006 no tuvo un parlamento democràtico y que desde 2004 prohibe fumar. Un paìs en que el rey pretende maximizar la "Felicidad per càpita" y no el "salario per càpita", para lo cual impone un estilo de vida que no rompa bruscamente con la tradiciòn cultural, ecològica y religiosa del paìs para que no pase como con sus vecinos Tibet o Nepal.

Alemania: Un paìs en que gorbernaba el gran partido de izquierda, que cuando pierde las elecciones se coalìa con e gran partido de derecha y su ex-presidente saliente dimite por haber perdido (a pesar de que su partido continùa en el poder por obra y gracia de la "Gran Coaliciòn"), donde los estudiantes hacen huelgas porque el gobierno duplica las tasas universitarias (de unos 50€/año a unos 100€/año), donde la sanidad es privada pero gratuita para todos los ciudadanos incluyendo seguro dental total y gafas de repuesto gratis.

Iràn: Un paìs democràtico en que los ciudadanos votan a sus representantes y en que las leyes y los cargos son controlados y votados por un consejo de sabios que interpretan la ley corànica. Un paìs en que las mujeres poseen màs derechos y dignidad que en muchos otros paìses similares, llegando incluso a cargos polìticos de cierto nivel, en que los medios de comunicaciòn estàn controlados por el estado y en que està prohibido bailar o tocar ciertos tipos de mùsica tradicionales.

Kenia y tantos otros paìses africanos: Paìses construidos a partir de la arbitrariedad colonialista europea, uniendo en un ùnico territorio etnias, culturas, tradiciones, lenguas y formas de vida diversas y a veces enfrentadas o incompatibles. Se les da la "libertad" a través de una democracia y unidad territorial para la que no estàn ni històrica ni socialmente preparados y que lideran, en la inmensa mayorìa de los casos, africanos crecidos o estudiados en occidente, aplicando solucines democràticas occidentales a situaciones radicalmente màs distintas, heterogéneas y compeljas que las que tenemos en nuestros paìses. No es extraño que, en el caso de Kenia, los partidos mayoritarios sean 2, y que no se correspondan a ideologìas polìticas distintas sino a etnias enfrentadas. Es decir, no son ni de izquierda ni de derecha, son de cultura A o B. Algo muy parecido lo tenemos en el europeo caso de Yugoslavia, con todos los problemas que creò y que sigue generando.
El caso concreto del Ghana: Rawlings fue un dictador militar que tomò el poder para restaurar la democracia. Ante una situaciòn de crisis econòmica y social (que no viene al caso explicar) dio un golpe de estado y gobernò el paìs de forma autoritaria durante unos 11 años, siempre con la promesa que celebrarìa elecciones libres cuando el paìs estuviara preparado. Lo hizo en 1992, ganando él mismo las elecciones de forma limpia y abrumadora. Hoy en dìa el respetable parece que lo sigue apoyando de forma mayoritaria.

Italia: La democracia ideal por nùmero de partidos, opiniones e ideas (sòlo en el parlamento, unos 20 grupos) que en la pràctica vive de los reyezuelos lìderes de cada partiducho, que los gobiernan sin dejar paso a las nuevas generaciones (el jefe del estado tiene casi 82 años, el primer ministro casi 70 y el lìder de la oposiciòn 71), donde un minipartido cuyo "capo" està acusado de corrupciòn abandona el gobierno porque su mujer està siendo investigada por la justicia, hace caer al gobierno con un escàndalo en el senado y cuyos votantes adoran "porque da trabajo a la gente".

España: Un sistema abierto a ideas y partidos que en la pràctica es casi bipartidista, donde autocrìticas y voces discrepantes estàn admitidas en teorìa pero no en la pràctica, donde la ciudadanìa està hastiada de su clase polìtica pero continùa a tragarse lo que le pongan en el telediario, donde el voto en blanco o la abstenciòn son consideradas en la teorìa pero en la pràctica no se le presta atenciòn, donde los debates televisivos "a 2" son màs importantes, influyentes y seguodos que "a 7", donde corpùsculos nacionalistas imponen sus ideas a macropartidos nacionales.


?Cuàl preferìs? Yo casi me decanto por Butàn.