A mì el "post" anterior aùn me da que pensar. La tipa, la guapa, la ùnica persona "decente" que sale en los dos ambos vìdeos, que no digo lo de "decente" porque sea del pp (supuestamente), ni de derechas, ni catòlica (se le supone), ni culta ni religiosa, sino porque es la ùnica persona que sale en los vìdeos que està fìsicamente "decente", vaya sonrisa, vaya subir de cejas, vaya vaya, que aquì no hay playa, porque la otra, la de psoe (me lo parece), vaya la que han elegido, dan ganas de salir corriendo, como sean asìn todas las mozas de las juventudes socialistas de Espagna se va a apuntar Perri, que nadie lo ha visto, serìa que se apuntò a las juventudes y se fue a la montagna, como el prove miguel, pues eso, que la tipa, la guapa, la del pp, es capaz de responder a la pregunta de qué santo empieza por S y deseaba la hermandad entre los hombres y los pueblos y todas las criaturas del universo, y llamaba a los animales "hermano perro" y "hermano gato" y "hermana cocodrila" y a los astros "hermano sol" y "hermana tierra" y "hermana supernova xb345h2Pi", y resulta que la tipa, la del pp, la decente, responde bien a la pregunta y resulta que el santo es nada màs y nada menos que San Francesco d'Assisi, nacido en Assisi, Asìs para los hispanoparlantes.
Y es que me da que pensar. Que por cierto no sé si sé si se escribe asì, si es con que o si es con qué, pues eso que me da que pensar o qué pensar, como se escriba, todo eso de la hermana luna y el hermano ornitorrinco, porque sabéis que yo hago yoga, vamos que soy yogui, como el oso, bueno no como el oso no, no me paso el invierno in-bernando ni robo las meriendas a los turistas, pero hago yoga y por tanto soy yogui. Pues eso, que a los yoguis, los que hace -n -mos yoga, nos gustan las cosas vivas, y también las inertes, los soles y las lunas y las focas y las moscas, y eso de "hermano oso" y "hermanos anillos de Saturno" nos toca en lo profundo.
Todo esto se une cual huevo a harina a la conversaciòn de ayer con Càrmine, mi compagnero de piso, en la que hablamos del yoga, de cuànto es bonito ir al campo y escuchar a los pàjaros, ir a la montagna y escuchar el viento, ir al mar y escuchar las olas. O estar en casa y escuchar lo que no suena que en parte también es el silencio. Dicen algunos monjes, esos que hacen voto de silencio, los que por tanto no hablan, que no se puede escuchar hasta que no se està en silencio. El silencio que se ha perdido en nuestra vida, la ciudad, llena de coches, de ruidos, de anuncios, de estìmulos, también visuales, publicidad, luces, colores, tanto rumor, confusiòn, que hace que te aìsles, que te bloquees, que no escuches nada màs. El silencio que no puedes escuchar ya porque te acostumbras a escuchar el ruido que ya no sabes distinguir entre si es una moto, o un pàjaro, un perro o un gato, un coche o un àguila o si era el camiòn de la basura o si el gàcil aleteo del perodàtilo del vecino que se le ha vuelto a escapar. Ruido de fondo que no te deja sentir lo que hay detràs.
Y todas estas ideas se mezclan en mis neuronas, hermana tierra, hermano pàjaro, silencio, ruido de fondo, la tipa, el perodàctilo, las palabras, las paridas que escribo... y se me mezclan como la harina y el huevo, y mi cerebro lo bate todo, y lo revuelve, y lo mezcla como si quisieran ponerlo al horno y hacer un bizcocho de ideas.
"?Qué es la espiritualidad?" me podrìa haber preguntado ayer Càrmine, a mì que soy yogui -que deberìa saberlo-. "A mì no me gusta hablar de eso" le podrìa haber dicho yo "no, no me gusta, no lo entiendo". Tenemos demasiados pre-juicios, pre-conceptos, pre-ideas pre-concebidas pre-conceptos. "Por eso no me gusta hablar de qué es la espiritualidad" le podrìa haber respondido yo, "porque cuando hablas de ciertas cosas te llevas detràs tus 10.000 agnos de historia, de evoluciòn cultural, de religiones, de reformas, contrarreformas, catolicismo, luteranismo, orientalismo y el laicismo que està de moda. De ruido de palabras que ya no sabes lo que significan.
Pero él me dijo, de pronto, como tocado por la claridad del cielo: "La espiritualidad es eso, ?no? Estar en contacto profundo". Eso dijo Càrmine, un médico, màs bien rojete, comunista, y por ende -pensaba yo- materialista . "Yo creo que la espiritualidad es estar en contacto con las cosas. Sentirlas. Estar cerca de ellas".
"Estar en contacto profundo". "Sentir a los pàjaros", "escuchar a las montagnas", "ver una flor". "Escuchar el silencio". Es increìble. A veces la gente sorprende, llega a decir con claridad algunas cosas en las que tù mismo crees, pero que de tanto pensarlas las has olvidado y ni siquiera te das cuenta ya que las pensabas.
Escuchar es bonito, pero es tan, tan, tan, tan tan tan difìcil...
martedì 9 ottobre 2007
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1 commento:
Pues sí, buena definición.
Y a cuento del silencio, recuerdo un titular reciente que hablaba sobre lo que más impresionó al primer austronauta en dar un paseo espacial: el mismísimo silencio! El auténtico. El de bellota, vamos. Y aquí poniéndole su nombre a lo que en realidad es ruido...ayyy, almas de cántaro.
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