giovedì 18 novembre 2010

La salud

Hace unos días un amigo cooperante me envió un email. Os pongo aquí su contenido y lo que se me ocurrió al leerlo.

Su email:

SALUD

Definir la salud es algo tan dificil que solo se entiende bien cuando se pierde o cuando no se tiene.

Miles de personas en este planeta estan condenadas a entender perfectamente lo que significa, pues no tienen acceso a una Salud Publica de calidad.

Juan Luis Guerra, nos explica genialmente, lo que ocurre cuando un Estado o Gobierno no invierte lo que debiera en Salud Publica, y la cascada de despropositos sigue por todo el sistema sanitario.

Por favor, no creais que este video es broma, pues, en muchas partes del mundo, ocurre todos los dias...

http://www.youtube.com/watch?v=D5vzC39AW-c

Y si los Estados o Gobiernos no invierten en un derecho basico universal como este...?en que' invierten?

No existen paises pobres, lo que existen son paises empobrecidos.



Lo que le respondí:

El concepto moderno y occidental de salud se define como oposición al de enfermedad. Para la medicina occidental la salud es la ausencia de enfermedad, o, como dices, la salud sólo se entiende bien cuando se pierde o cuando no se tiene.

Siempre me ha sorprendido cómo las tradiciones médicas orientales definen la salud, no como ausencia de nada, sino como plenitud espiritual. Una persona puede estar enferma pero sentirse bien, de hecho, todos algún día enfermaremos de muerte, pero esto no tiene que implicar dejar de sentirnos bien.

Ya lo sé, suena a demagogia, a justificación de la injusticia, de la miseria y de la carencia de "servicios básicos", pero te aseguro que no lo es. Creo que los occidentales tenemos una mentalidad tan altiva que no vemos más allá de lo que estamos acostumbrados a ver. He visto en varios países lo que llamamos pobreza y lo que me he encontrado es, simplemente, otra cultura, he visto lo que llamamos miseria y me he dado cuenta de que no es más que otra forma de ser, tan válida como la nuestra. He visto gente que no tiene nada, que no tiene para comer, cuya letrina es la calle y que camina encorvada con la ayuda de una vara de madera y me han saludado y sonreído y deseado que Dios me bendiga sin conocerme de nada. ¿Quién está más enfermo, ese pobre de la India que sonríe sin tener nada o los millones de supuestamente sanos occidentales que me cruzo por la calle y que ni me saludan, ni me sonríen, ni se paran a desearme nada?

Todo esto me ha hecho pensar en la cooperacón, porque hace ya un tiempo que creo que, tal como hoy se concibe, detrás de todo lo bueno tiene una cara oculta que significa exportar una forma de pensar -la nuestra, la moderna y occidental- que desde luego muy poco bien ha hecho al mundo. Creo que con cada proyecto de cooperación el mundo da un paso más hacia la moderna soledad, hacia la longeva tristeza, hacia el vacío espiritual que no es otra cosa que el no encontrar sentido a una vida llena de cosas pero en el fondo colma de nada.

No digo con esto que no quiera que se haga más cooperación. Pero sí creo que en ella, tal y como se hace actualmente, hay siempre un complejo de superioridad manifiesta que lleva a "los pobres" una mentalidad clara: que con el desarrollo material el mundo será un mejor sitio. Y esto es una mentira. El único mejor sitio está en nuestros corazones. Si no los limpiamos antes, toda la cooperación que hagamos estará manchada con lo que ellos tengan.