martedì 4 marzo 2008

La democracia (III): problemas de esta democracia en que vivimos

Para empezar terminando, voy a intentar explicar mi opiniòn de todo esto, buscando la mayor objetividad dentro de mi propia subjetividad. Es decir, diciendo lo que creo sin dejarme llevar por la exaltaciòn o la demagogia.

Creo que la democracia no es ni buena, ni mala, ni el mejor ni el peor ni el menos malo de los sistemas. La democracia no es màs que una de tantas cosas que existen. Y todas las cosas que existen se pueden asemejar a una piedra. Una piedra es una piedra, y a una piedra se le pueden dar mùltiples usos: se puede usar para generar fuego, se puede usar para hacer una casa, para aporrear una mina, para hacer una flecha con la que conseguir comida, para construir catedrales, para dibujar en la arena o para matar cruelmente personas. Lo bueno o malo de la piedra no està en la piedra en sì misma, sino en la mano que maneja la piedra.

Lo malo del ser humano es que se cree que siempre tiene razòn. Por eso los que vivimos en democracia nos pensamos que la democracia es lo mejor que existe, tanto que se ha convertido en un valor que defender, que exportar y que sacralizar. Pero la democracia, como todas las cosas, puede hacer agua si las personas que forman parte de esa democracia no la usan de la manera correcta.

Lo primero que quiero decir es que la democracia, como todas las cosas, se puede mejorar. Y quien no crea que todo se puede mejorar es mejor que se quede aquì y no siga leyendo.

Una democracia en que la gente se cree que sòlo por ser persona puede opinar de todo es una democracia inculta, porque no todos sabemos de todo. Por ejemplo, considero que la inmensa mayorìa de las personas no podemos opinar mucho de economìa, porque no entendemos casi nada de ella. Podemos decir "no puedo llegar a fin de mes" o "todo està muy caro", pero para decir si la polìtica econòmica del gobierno es la màs acertada habrìa que saber un poco màs de lo que sabemos. Nos falta humildad para conocer nuestras carencias. A veces es mejor escuchar que decir.

Una democracia en la que la informaciòn que tenemos de la polìtica es la que nos dan los medios de comunicaciòn, que no buscan informar sino vender, es una democracia que nace con ideas apestadas, porque los medios sòlo van allì donde hay titulares, y titulares quiere decir polémica, conflicto, tensiòn y emociòn. Ni que decir tiene que los polìticos aprovechan estos medios para venderse a sì mismos, con lo que, si no crean tensiòn, no crean emociòn en los votantes. Vivimos en el estrés de problemas creados, problemas que sòlo existen en pos de càlculos electorales y de marketing polìtico.

Una democracia en que la imagen del polìtico, en que el "quién ha estado mejor" en el debate es màs importante que las ideas del debate mismo es una democracia de marketing y no de contenido.

Una democracia en que cada vez el ciudadano està màs lejos del gobierno es una democracia pobre. Cuando se votò en España la constituciòn europea no ganò el sì, sino el "o no sé o no me importa". Deberìamos haber tenido muy en cuenta este punto, porque ciertas instituciones estàn tan alejadas del pueblo que se han convertido en una especie de dictadura encubierta.

Por ùltimo, una democracia que se limita a votar de vez en cuando, a pedir màs derechos y a sentarse esperando que los polìticos resuelvan nuestros problemas es una democracia decadente. Porque las grandes democracias las hace un pueblo activo, los grandes problemas los resuelve una sociedad que se mueve para resolverlos. Y porque los grandes imperios cayeron por diversas razones, pero una, quizà la màs influyente, fue la laxitud de sus ciudadanos, engordados de bienestar o dormidos por glorias pasadas que se creìan presentes.


Pero hay màs problemas, que veremos luego.

1 commento:

Noelia Valdiviezo ha detto...

El articulo esta muy interesante y realista verdaderamente. Llegue a esta pagina buscando los problemas de la democracia para la escuela y me fue degran ayuda.
Muchas gracias y siga asi...


Noelia valdiviezo