venerdì 16 aprile 2010

La increible y triste historia de un mapa.

Llegas a un sitio donde pone "turist information" y te esperas lo de siempre, una oficina, probablemente pequegna, un mostrador de colores, unos cuantos panfletos, una amable informadora y una sonriente respuesta a las cuestiones que te inquietan.
Ahora imaginad un colegio. Uno de esos, normales. Un edificio grandote, gris claro en este caso, con grandes ventanas y un patio de recreo. Todo viejo y descuidado. Imaginaos dos verjas, una cerrada y una abierta. Imaginaos entrando. Abris la verja, llegais al patio, pasais por palmeras, arboles y terraplenes. Os mira un jardinero con cara de aburrido y pasa bastante de ti. Entrais en el edificio. Vacio. No hay un alma. No hay ni muebles... bueno, si, alli en el fondo, un mostrador de colores, unos cuantos panfletos, de informadora, nada. Respuestas, por tanto, ninguna. Coges los panfletos y dices "voy a subir". Arriba lo mismo: descuidado, viejo, mira, si hay muebles, un par de sillones y un cuadro electrico, cables casi carcomidos, sueltos, mal puestos. Espera: hay alguien, un tio con bigote, casi mas negra su piel que el bigote, sale de un sitio, ni siquiera te mira, se mete en una puerta que dice "toilete". Tu a lo tuyo. Hay como 3 puertas. Esto parece la casa del misterio ?que hago? Me fijo y por una se ve un ventilador: efectivamente, hay alguien. Me encamino a su encuentro cuando oigo pasos por la espalda, que se me acercan, me giro con miedo ?que sera? Ah, si, el tio con bigote. Me decido: "can I ask you?". Le digo lo que busco: un mapa de Bhubaneswar. "?De Bhubaneswar, o de Orissa?" me pregunta. "Both", le respondo, que viene a ser "de los dos". Me invita a sentarme. Entra por una puerta donde dice "Director of turism of the Orissa region". Vaya, he tenido suerte, nada menos que el director de turismo. Oigo un trajin de papeles, abre armarios, cajones. Espero. Sigo esperando. El trajin se silencia y luego continua. Espero y sigo esperando. Vuelve el trajin y el silencio. Pasa como un cuarto de hora. Sale por fin con el mapa "aqui lo tiene" me dice. Lo recibo con una sonrisa y le digo "thank you". Veo que dice "orissa", lo abro, en efecto, es de la region de Orissa. Le digo "perdon, ?y el mapa de Bhubaneswar?". Dice algo incomprensible, me lo repite, entieno que dice que esta ahi dentro. Miro el mapa y no esta. "No, lo que quiero es, ademas, un mapa de la ciudad de Bhubaneswar, de la ciudad en que estamos, con las calles y todo eso ?me entiende?". "Jai ya ya Bhubaneswar k'ha patharataka waka waka" -me mira- "Bhubaneswar here" y me segnala un punto, el mas gordo del mapa, justo donde dice "Bhubaneswar". Claro, esta en el mapa, es la capital de Orissa. Vale, thank you de nuevo, muy amable.

Es lo que tienen los hindues, que se cree que saben ingles pero en realidad no tienen mucha idea. Y encima lo hablan con ese acento tan suyo que se les entiende aun menos, como cuando estaba en el centro de yoga al que me he medio apuntado, me dice uno "?es que no sabes ingles?". Me entraron ganas de preguntarle "?es que tu te crees que lo sabes?".

Asi es la India: hacen real aquello de la impermanencia. Nunca sabes lo que te vas a encontrar. Salgo del (supuesto) "turist information" y me doy un paseo, y mira por donde, me encuentro con otro "turist information". No tengo ganas de describir en detalle la aproximadamente hora y media que pase alli dentro, solo decir que cuando entro lo que veo es un restaurante, luego una oficina de transportes, luego un aparcamiento de autobuses, luego un hotel o algo asi y finalmente una clinica ayurveda. Como el tema me interesa voy y entro y aquello parece una carcel fantasma: un patio interior, un par de pisos de puertas, verjas y cancelas, abro y cierro y entro y salgo por donde me place, no veo un alma. Bueno si, un par de ellas, pero deben de ser eso, almas errantes, porque ni siquiera me miran, creo que si me pongo delante me atraviesan por en medio. Al final a una tercera pregunto y se va a buscar a alguien, claro, lo normal, vuelve con dos periodicos y me dice que me siente y que los vaya leyendo, amablemente se sienta conmigo y me hace de compagnero de lectura, leo en ingles sobre el barsa y sobre nadal, sobre Islandia y alguna cosa mas, pasa como media hora y luego de un subir y bajar de nuevo me dice que el medico esta ya disponible. Entro en una sala y el medico resulta ser una mujer, me pregunta, le pregunto y, ah no, no es el medico, va a buscarlo, me deja con su chiquillo, un morenito gracioso que tiene un movil cantarin y que me mira con curiosidad, me deja el movil, lo escucho, se lo devuelvo, lo escucha, me lo vuelve a dar y asi hasta que vuelve la mujer, esta vez si, con el medico, un tipo joven, bien vestido, de sport se podria decir pero con ropa cara, me explica los precios de los masajes de cuerpo y cara y de esa practica tan curiosa que consiste en derramar un hilito de aceite sobre la frente durante un rato. Me despido y le pregunto "perdone, ?donde puedo encontrar un mapa de Bhubaneswar?". "Abajo, en la oficina de turismo, esto es el hospital ayurveda". Total que bajo y mi amigo de lecturas sigue a lo suyo, es decir leyendo, y le pregunto y sonriendo me dice "not available". No disponible. Pues vaya.


Los sonidos de la India.

Si empiezo asi me direis "que bonito, la India: el silencio, las montagnas, el viento, la paz...". Podria blasfemaros. La india tiene un sonido: el pito. El pito es el sonido de la india. Es el himno, que digo, el idioma. Un pais donde coexisten como 100 lenguas, entre ellas el supuesto ingles, tiene solo un idioma comun y ese es el del pito. De coche, de moto, de cualquier forma de conduccion a motor. Los hay hasta como los de las ferias, el liloliloli de los carruseles, tanto es asi que uno podria imaginarse que detras de casa hay un tiovivo cuando lo que hay en realidad es una carretera. Me lo decia Cristina, que los hidues pitan en vez de usar intermitentes, pero lo siento, Cristina, te equivocas: los usan como los pajaritos, "pio pio", que significa "aqui estoy", y la verdad es que funciona. Vamos, que es la forma de no chocarse. Como las lineas de los carriles son meramente decorativas la mejor forma de no chocarse es indicar donde estas, y el pito es una buena forma.

Eso si, en las casas, por la magnana, es una delicia despertarse con las campanillas. Aqui se hacen los rezos con nombre de "puja", que viene a ser una purificacion. Se va a los templos, o te lo montas en casa, echas un poco de agua, cubres a Ganesh o a Shiva con flores, lo limpias con ghee y yogurt, enciendes incienso, recitas los mantras y haces sonar campanillas. En Turquia me fascinaba levantarme con el sonido de un iman cantando, y aqui es bonito hacer lo mismo con las campanillas de los brahmanes. Es algo que corta el silencio, que invita a empezar el dia, que despierta a los pajaros y a las vacas y a los perros y a las ranas y lagartijas que habitan en las calles de India. Te levantas con un cierto gusto. Luego la campanilla deja paso al bonito pito.

Las vacas, por cierto, no suenan. No dicen ni mu, literalmente. Viven felices, como los perros, callejeras, comiendo los restos de las frutas y verduras que encuentran o que les sobra a los comerciantes y que dejan en unos cubos que las vacas ya reconocen como comederos. Las vacas son como los perros. Como digo, callejeras. ?Que si son sagradas? Pues si, como los perros, como las ratas, como las serpientes y como las aragnas y los sapos y los monitos y las iguanas y como todo bicho viviente. Lo que pasa es que se les ve mas. Sera que como son grandes, pues abultan. Las vacas son respetadas, porque nos dan leche, porque nos dan colorido y porque no hay un animal mas pacifico en el universo. A veces hay que darles con una vara para que se aparten y dejen de bloquear el trafico, pero como no dicen ni mu a veces ni se inmutan. Me encanta ver las vacas, paseando, sentadicas o simplemente de pie sin hacer nada. Que es de los mas normal.

Es que aqui no se las comen. Lo mas que llegan es al pollo, y casi que con reparo. Sono como muy vegetarianos los hindues, o casi, los hay que no comen ni pollo, y los hay para los que el pollo es como un pequegno exceso que permitirse de tanto en tanto. Eso si, te os venden vivos, asi que como no tengo ganas de interrumpir el concierto de pitos y campanitas lo suelo comer preparado. Y tengo que decir que es bueno, como casi todo lo que se come en la India.

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