Se llama Verónica y es una mujer de derechas. Pero esto no quiere decir que sea mala. Ni tampoco que sea buena. Sencillamente, es periodista, y navarra, para más señas. Es decir, una persona normal como cualquier otra de las que hay en España. La diferencia, y por eso está aquí, es que no tiene complejos, además de que se explica muy bien.
Desde hace unos meses publica, en el diario en el que trabaja, una serie de vídeos sobre lo que la gente como ella piensa. Los de derechas, naturalmente. Y lo hace con una gracia, con una claridad y una inteligencia, que a mí, que, sinceramente, ni soy de un lado ni tampoco del otro, casi casi me convence.
Uno de sus grandes éxitos es precisamente en el que cuenta por qué no son malos los de su calaña. Porque, según Verónica, ser de derechas no significa no querer una educación gratuita, ni una sanidad universal. Lo que significa en realidad es esto:
Igualmente, según ella, los de derechas no quieren que desaparezca el estado del bienestar. Lo que ocurre es que tienen miedo a que el sistema se rompa. Que se caiga como una montaña de muñecos Playmobil. ¿Que no te lo crees? Mira, mira:
Y hay más, ¿eh? Porque Verónica se atreve con todo. Por ejemplo, con el aborto, en este interesante vídeo nos explica, de paso, de dónde vienen los niños, de dónde vienen las plantas y de dónde los pajarillos:
Y, por supuesto, se atreve con ETA:
Y con muchas más cosas, los jueces, los políticos, el eterno debate Euskadi-Navarra, la educación diferenciada, los límites de velocidad y hasta con los sanfermines.
Que cada cual la juzgue como mejor le parezca. A mí, si puedo decir mi opinión, lo que más me gusta de ella es que no tiene complejos. Que dice las cosas como las piensa, sin estridencias, sin crear polémicas, sin decir una palabra fuera de tono. Porque, quizá, como dice en el primer vídeo, “si quitamos los falsos dogmas y el odio a quien piensa diferente, al final, ¿qué tenemos? Pues que todos queremos lo mismo”.
giovedì 9 febbraio 2012
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